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lunes, 23 de julio de 2007
¿Crueldad o realidad?
Los pasos cansado a veces descansan, levantan la mirada y descubren el sinsabor de las palabras, ¿cómo llegar hasta la luna cuando no se ve la luz que la domina?
Preguntas, millones de preguntas que vienen y van que se llenan en la copa de vino y no dejan beber el sabor de la tranquilidad... fácil no será, por diferentes calles llegan las misma preguntas de almas ansiosas que buscan respuestas en bocas de otros que ya han decidido renunciar.
Quizá hay una posibilidad, quizá se hace justo el momento en el que el sol cae y la lluvia arrulla las soledades para recordarles que siempre fue mejor el abrazo que el silencio y poco a poco todos reviven esa primera mirada que los llevo a creer en el tiempo y el espacio unidos para la eternidad.
¿Dónde quedan las fragancias, dónde encontrar las palabra que reconocen la maravilla de la bienvenida y el dolor de la despedida? Se rueda por las manos como el agua del río, como las lágrimas de los niños, se ruedan y duele más, cada segundo más darse cuenta que es inevitable caer y volver a nacer porque las cartas rotas no juegan en la mesa y ellas son las que recuerdan que el cielo no se abrirá.
El adiós parece ser la última y única salida, entonces se convierte en el siempre y la eternidad, tal vez resulta ser un poco más que su igual pero la resistencia a esa posibilidad quizá sea la oportunidad de abrir una nueva grieta por donde la luz vuelva a pasar y en lugar de fundir el canto con los gritos de los cuervos, pueda unirse a la danza de las brujas que en luna llena deciden aún amar.
viernes, 20 de julio de 2007
El camino
Esas mañanas se posan sobre el cerezo, se envuelven en los cantos de sirenas que engañan con sus cuentos a quienes han creído saber más los vientos. Hace frío y es inevitable temblar con las manos entrelazadas mientras se pasa la vida tras los ojos de quienes evitan ver lo que ha quedado en las heridas de una existencia lejos de lo que alguna vez en silencio se soñó.
Se acaba el sendero que siempre se caminó, se acaban los olores conocidos y los colores familiares, se acaba lo que por siglos estuvo sin ser tocado y soñó con el cambio de horario, se acaba lo que no iba a terminar y el tiempo con su inclemencia no dará vuelta atrás aunque las lágrimas terminen inundando los valles fértiles y las tristezas atropellen con lo que nunca llegó a ser.
Es el destino el que habla tras las rejas y el que empuja a las violetas para que mueran de una vez y no alarguen el suplicio de su existencia vacía, perdida en la consolación de las religiosas mentirosas que día a día prometieron un día verde con calor de hogar y sólo impartieron dolores y castigos entre disciplina que nunca fue sincera y sólo corrompió la estrechez de la mente inocente que se consumió ante la mirada indiferente de las estatuas de sal que jamás pensaron en salvar lo poco de bueno que quedó allí.
Es el tiempo de salir y no volver, de vivir y dejar las cadenas amarradas atrás, de no voltear la mirada porque quedará de nuevo el intento en el café; es el momento de encender la luz a los demonios y de una vez saber si se puede morir en el intento pero morir al fin, porque la vida en medio de bombas y cristales hubiera sido el cloroformo que tarde o temprano dejaría la ilusión en el cajón donde ni el tabaco quiere reposar.
Se hace tarde para quedarse y es mejor levantar la mirada y decir el silencio que una vez más será la bandera de los que prefieren callar los dolores y dejar que se viva con las emociones que cada cual prefiere recrear, pero la hora no deja esperar y el camino debe continuar...
martes, 26 de junio de 2007
Guerra
Se agota el espacio que es sólo mental, se vierte sobre la copa que, amarga, envuelve al tiempo que se quiere olvidar.
Entonces se apagan las velas, se consume el dolor y la memoria traiciona a los instantes frágiles que como héroes intentan luchar.
Es la mente quien juega y engaña, quien compra las parcelas e intenta ganar...
Tal vez no es suficiente y se debe morir para resucitar entre los bosques y hallar las fragancias que aún pueden renovar las pequeñas caricias y las sombras proyectadas sobre el mar intangible y deseoso de navegar.
Se compran ilusiones pero se debe alcanzar más que la oscuridad conocida, es más fuerte la luna helada aunque no es la única.
Está en venta la espada sin filo y cansada será olvidada, pues la historia ha de ser recontada para que las gotas se sequen y las manos logren sembrar nuevas ideas en campos innombrables, en mundos incarcelables.
Se siente el adiós que acarrea la angustia del abismo y así se hace necesaria su sepultura que reencarnará las auroras extrañas, bailarinas sobre escombros que no pueden aullar, que olvidaron la maldad y asesinaron las flores rotas, hijas de la fealdad.
Se agota el tiempo y tal vez ya se agotó, se perdió en el consuelo innecesario que a todos engañó.
No más lágrimas compradas, ni sueños secuestrados; las espinas sangran en la piel, pero el dolor debe perecer y esconderse del presente mientras ruega a las nuevas hadas para que en la madrugada no quede el miedo de sus palabra.
domingo, 24 de junio de 2007
Largo el metraje
sábado, 23 de junio de 2007
Con-Tingencia
La Lentitud
jueves, 31 de mayo de 2007
Aún o después...
sábado, 26 de mayo de 2007
¿Sobrevivir/e/as/a/emos/an/eís?
jueves, 24 de mayo de 2007
Ayer
lunes, 21 de mayo de 2007
El engaño
Se enciende la llama y el humo espeso, indecente envuelve a los ojos inocentes que crecen sin saber y sufre por las ignorancias ambiguas que acompañan a las imágenes, asesinas de lo real.
Danzan los personajes desconocidos entre velos, que clavan sobre el corazón la daga sin filo, la dama prudente que desde lo lejos sonríe amable, aunque sus manos develan la verdad de sus sueños.
El humo reaparece, abraza las inseguridades que acabaran bajo tierra y sellaran el destino de las palabras insulsas, vengadoras del dolor, aquel que ha sido inventado con los alcances de las cavernas y los mitos provenientes de bocas maliciosas, cazadoras de sentidos opuestos.
Sus ojos se deshacen en lamentaciones inexplicables y la sangre desciende por los poros sicatrizados, que procuran una voz, gritos de auxilio para acabar, sepultar las cadenas y plácidamente descansar.
Es la historia pero aún es ideal, es la que amenaza con el camino, las mariposas y las pocas posibilidades de escapar de las celdas voluntarias e invisibles ante los temores ficticios.
Se reproducen los espectros, repiten lo conocido; las mimas estrofas que declaran la existencia del infinito, la ausencia de su comprensión y la certeza de lo predeterminado y contingente.
Se puede ver el punto, pero el humo empaña el espacio y los ojos han de ser vendados para que el eceptisismo arrulle su fracaso y les susurre su misión.
La caverna ha de ser abandonada si aún se desea enmendar los errores y en silencio el halcón alcanzará el vuelo mientras la llama se consume, apoca al humo y fallece en los dedos quebrados de lo que jamás ha de ser.
viernes, 18 de mayo de 2007
Melancolía
lunes, 14 de mayo de 2007
Se verá?
Se enciende la luz y tal vez pueda ver mis ojos caer en la posibilidad del ayer.
Se pierde la memoria en sueños escabrosos que juegan con las noches en que el canto extraño se aleja de mis favores.
Temo a los demonios que danzan con la fe, se ríen a carcajadas y esconden lo que se fue.
Quizá yo me escondo también y huyo de los faros que se han colgado de mi espalda para navegar donde no queden flores y no tenga el deber de buscar las tenazas para abrir las cadenas de aquellos que solos se han amarrado a imposibles sin ventanas.
Son mis palabras y sé que así morirán, mientras estiro las manos e intento hallar el camino perdido que aún no sé si quiero transitar.
De nuevo los sueños, una vez más el perdón y dime si escuchas la voz del gorrión.
Se apagan las luces, se baja el telón... entonces descubro que no pienso partir, pues hace mucho tiempo que me fui.
viernes, 4 de mayo de 2007
El vacío del dolor
no escuché tus palabras fugaces
ni esperé por tu paciencia.
Me comí el mundo dispuesto,
me escondí de los terroristas que amenazaron la serenidad de mi locura
y viví para contar la historia de sangre y ojos vendados por sobras
que se tragaron los gritos chillones de quienes perdieron el corazón en una batalla sin perdón.
No te llamé,
no te busqué ni te escondí,
no me sigas por el sendero que te alejará de mí.
Ahora cierra las manos,
no permitas que toque tu piel,
porque perderás lo poco que tienes
y te fundirás con una estatua de sal,
que aprendió a amar y a enceguecer los luceros para justificar la sobra de su desespero.
¡No escuches! ¡No escuches!
La voz traiciona,
te susurra sus mentiras
y abre la morada de la angustia en sus entrañas
marcadas por el hastío de la melancolía.
Se acaba el tiempo,
ese que nunca existió,
se apaga su vida como si fuera importante la espera,
aguarda a la salida,
esperando la próxima víctima
quien le dará un poco más de aquello que jamás será.
Entonces...
tampoco aguardaré,
de ti finalmente escaparé,
para que olvidándo las tristezas y falsos amores lejanos,
extienda mi espalda sobre la tierra mojada que compra el dolor.
domingo, 29 de abril de 2007
¿Suspensivos o a parte?
Ante la muerte...
Telarañas
Entraste por ese pequeño espacio que dejó tu vida ante la mirada de otros, ese espacio que poco a poco se fue cerrando y amarró los sueños que alguna vez fueron propios, fueron el motivo de las sonrisas y la posibilidad de la vida.
La historia no pudo ser contada, no había mucho que contar, sólo laberintos y laberintos que olvidaron la luz en algún lugar de la mañana y espantaron a las mentes hostiles que creían todo saber y todo poder. Ellas también se perdieron con la entrada y aprendieron a vivir en un mundo paralelo en el que pocas veces había gotas de lluvia calmando la sed.
Fue la vida que llegó, tal vez no la que se deseó, pero el deseo no importa cuando la realidad se hace presente entre las tristezas de una cama vacía, de una mañana fría y el amor partido por la distancia de la soledad. La vida saludó con la sonrisa dibujada en cada uno de sus instantes, demostró que ella toma decisiones y ella elige los caminos. ¿El resto? Sólo es parte de ese teatro que ella ha montado para satisfacer su tan aburrido día, su tan anhelada libertad.
¿Y el laberinto? ¿Y el espacio cerrado? ¿Para qué saber de ellos si ya están perdidos? Sólo son la ilusión de aquellos que aún creen en encontrar una salida, una mejor opción y un mañana diferente, hasta que descubren que cada tramo se repite como en un eterno retorno de los cuerpos incapaces de levantar la cabeza y regalarse al viento. No hay salida, sólo aceptación de la situación... ya verá quién entra en ese túnel, enloquecerá pero tendrá una motivo para cada día levantar los brazos e intentar caminar.
Otros, simplemente reconocen el final y aceptan que es mejor que llegue la vida, dance y juegue con los cuerpos hasta el día que decida irse de nuevo para dejar todo en el estado que algún día lo encontró, porque aún ella sigue siendo así, no cambia aunque el tiempo relativo pase o los hombres crean que harán la diferencia.
viernes, 13 de abril de 2007
El Ancla
Las historias tímidas pueden no terminar bien y las de amor suelen tener tramos de maldad... quizá es mejor echarse a dormir y olvidar por fin que un día se quiso volar. Podemos pensar en descansar y tal vez la cama sirva para arrullar los sueños ajenos.
Aún así, pocas veces se puede amar en dos ocasiones y menos cuando se ha entregado la vida hasta el destierro, suele ser mejor salir a embrigarse y convencer a las sábanas que olviden su alergia a la madrugada.
No es cuestión de atender las cartas quemadas ni saber si alguien las quiere tener... la soledad se convierte en compañía como alguien lo aseguró alguna vez y puede ser el camino hacia una felicidad partida.
Se envuelven los engaños en sonrisas que no calientan los ricones de las hadas y quién responde por las pérdidas y el dolor del abandono que poco a poco se cuela por entre las rendijas que ya no evitan el paso del tiempo ni del viento lejano, de los gritos que llaman a la desesperación y esconden la claridad de la aurora clandestina.
¿En dónde se encuentran los faros? ¿En dónde hallar el muelle que calma las ansiedades de los pasajeros? La tierra se acorta, se desvanece y aún se puede sobrevivir en un puente.
domingo, 8 de abril de 2007
Desorientado
Una mañana gris, danzando con las lágrimas que han quedado sin salir... quizá aún haga falta encontrar las palabras que no se pudieron decir, pero llega el "blues" y se sienta junto a mí, susurra que no me dejará ir.
En dónde están las voces inocentes que solía escuchar, los colores que acompañaban mi pintar, se han ido y no los puedo hallar.
Los cuentos de princesas ya no los puedo atesorar porque las mañanas llegan con sus sueños y no me dejan escapar... es el gris de los días tristes, de los ojos ausentes y de las sonrisas amadas por los pequeños duendes de la madrugada.
No es suficiente con despertar, los ángeles han partido a otro lugar, donde el amor es posible en un mundo de fantasmas clandestinos y cantos fugaces.
Seguir el camino sin posibilidad de mirar las luces de la noche y aún así puedo recoger las flores rotas que dejaron las máscaras del pasado sobre una mesa vieja, amante de lo olvidado.
Espero, quizá es lo único que tengo: la espera infinita de una nueva visita a este rincón que se niega a morir en el espanto de al consideración... tal vez morirá y aún así la mañana gris regresará.