Una mañana gris, danzando con las lágrimas que han quedado sin salir... quizá aún haga falta encontrar las palabras que no se pudieron decir, pero llega el "blues" y se sienta junto a mí, susurra que no me dejará ir.
En dónde están las voces inocentes que solía escuchar, los colores que acompañaban mi pintar, se han ido y no los puedo hallar.
Los cuentos de princesas ya no los puedo atesorar porque las mañanas llegan con sus sueños y no me dejan escapar... es el gris de los días tristes, de los ojos ausentes y de las sonrisas amadas por los pequeños duendes de la madrugada.
No es suficiente con despertar, los ángeles han partido a otro lugar, donde el amor es posible en un mundo de fantasmas clandestinos y cantos fugaces.
Seguir el camino sin posibilidad de mirar las luces de la noche y aún así puedo recoger las flores rotas que dejaron las máscaras del pasado sobre una mesa vieja, amante de lo olvidado.
Espero, quizá es lo único que tengo: la espera infinita de una nueva visita a este rincón que se niega a morir en el espanto de al consideración... tal vez morirá y aún así la mañana gris regresará.
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